José Luque Medina
Sus amigos lo llamaban Pepe. Oriundo de Sipesipe, un pueblo en Cochabamba (Bolivia), se radicó en Guayaquil en 1978. Dedicó casi toda su vida al arte. Fue fundador y director de la revista boliviana Cascabel. Como pintor, recreaba jardines, playas, pueblos y bosques. También fue considerado un maestro del retrato. Como caricaturista, trabajó en las publicaciones peruanas Expreso, La Crónica y Variedades, en Lima, en la década de los 70. En Ecuador, colaboró con medios como El Comercio, El Universo y Revista Signo. “Mi mente sigue viajando junto a él por las playas de las costas ecuatorianas, que tanto quiso y plasmó en sus cuadros”, escribió en Facebook, en un texto de despedida, su nieto Bryham Luque, quien lo consideraba un padre. Él lo recuerda pintando, pero también apasionado por la fotografía, llegando de tomar fotos del cerro Santa Ana, de Guayaquil. “Si alguien debía merecer el premio a ‘la enciclopedia humana’, de seguro era él…”, dice Bryham.