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María Esthela de los Dolores Martínez Molina

los familiares de María Esthela de los Dolores Martínez Molina la recuerdan como una aventurera. “A pesar de su edad nunca se perdía los viajes: cortos, largos, planeados, sin rumbo”, cuenta una de sus nietas. Lo importante para ella era compartir esos momentos con sus seres queridos. Su vocación por el servicio a los demás la llevó a convertirse en enfermera. A lo largo de su vida profesional trabajó en distintas casas de salud de Cuenca y también dedicaba tiempo para visitar las viviendas de los pacientes que necesitaban de su cuidado y no podían trasladarse a un hospital. María Esthela fue ama de casa y durante sus últimos años, asistía permanentemente al centro para adultos mayores Hogar de los Abuelos. ‘Mamita Esthela’ -como le dicen sus nietos y bisnietos- no se perdía ningún evento social como cumpleaños, santo o velorios -relata su nieta-, lugar al que le invitaban ella buscaba la manera de ir. Era una mujer muy independiente para la edad que tenía”. Era de esas mujeres que reunían en casa a una numerosa familia. Tuvo ocho hijos y le sobreviven siete. Todos dicen que se quedarán con la sabiduría y la paciencia de su ‘Mamita Esthela’.

Ángel Sanchez Mendoza

Memorias Vivas