Norma Jordán Arditto
Testigo de Jehová que a pesar de su avanzada edad salía a las calles a tocar puertas para predicar aquello en lo que creía. Muchos de los jóvenes con quienes se llevaba muy bien la llamaban Normita, así, en confianza. “Jamás olvidó uno solo de mis cumpleaños -cuenta su nieta Rebeca Núñez-, amaba mis dulces y galletas”. Ella evoca escenas imborrables, dice que su abuelita siempre estuvo ahí para ayudarla: antes de casarse, fue ella quien le ayudó guardando la cocina para la nueva casa. Luego, le enseñó a filetear la carne para cocinar junto a su nuevo esposo. Norma tuvo cuatro hijos, nueve nietos y 13 bisnietos. En la imagen que acompaña esta semblanza, Normita sonríe, sentada en su sillón, rodeada de toda su familia. “Jamás se quejó de nada y siempre se preocupó por todos nosotros. ¡Esa era mi abuelita…!”.