Boanerges Abel Mera Benítez
Nació junto al mar, fortalecido por el aire salino de La Libertad, cantón santaelenense al que siempre representó con la dignidad de un guerrero de Sumpa. Sus padres se inspiraron en un pasaje bíblico para identificar al segundo de cinco hijos: Boanerges Abel Mera Benítez. Boanerges -que en arameo significa ‘hijo del trueno’. A los 18 años decidió cumplir sus sueños en Guayaquil, donde se graduó de bachiller en el colegio Luis Uquillas. Años después consiguió recibirse como abogado en la universidad porteña. Pero en el Puerto Principal también conoció el amor, de la mano de Elsa Menéndez González, con quien procreó a Harold y Hugo. Quienes lo conocieron cuentan que tenía alma de educador, por lo que sacó una maestría en Gerencia de Innovaciones Educativas en la Universidad Técnica Estatal de Quevedo. Para él, lo importante no era que sus alumnos pasaran o se quedaran de año, sino que aprendieran la materia. Fue un defensor de los derechos laborales y trabajó en el Banco de la Vivienda. Además, fue comisario de Policía y director del consultorio jurídico gratuito de la Universidad Estatal de la Península de Santa Elena, donde también ejerció la docencia. Amaba el boxeo, el atletismo y compartir con su familia. No cabe duda de que los 69 años de vida se hicieron sentir como el más feroz de los truenos peninsulares.