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Óscar Miguel Cabrera Cedeño

La muerte del médico Óscar Miguel Cabrera, oriundo de Quevedo, fue sin duda un golpe a la esperanza. Apenas cinco días antes, había escrito en su muro de Facebook un texto en el que explicaba a su familia y amigos por qué seguiría yendo a trabajar en medio de la pandemia: “Yo no quiero que ustedes sean un número más en las cifras, ni quiero que sean incluidos en las frívolas estadísticas que sólo alimentan el pánico colectivo… Si no regreso, abraza mis uniformes y llénate de orgullo”. Apasionado y orgulloso de la profesión que había escogido, se graduó en la Universidad Central del Ecuador. Cursaba un posgrado de Oncología y trabajaba en el Hospital Eugenio Espejo, de Quito, donde cosechó amistad, incluso, con algunos pacientes. Entre los mensajes de condolencias para su madre, se replican esos, que destacan su visión empática y humanista de la medicina: “El enfermo es un ser humano que tiene temores, alberga esperanzas y por ello busca alivio, ayuda y consuelo”.