Lissety Espinoza García
Inteligente. Apasionada. Leal. Esas palabras se repiten en las múltiples notas de pesar por la partida de Lissety Espinoza García, abogada, mediadora y docente universitaria. Fue la primera jefa de mediaciones en el Consejo de la Judicatura, la primera Directora Nacional del Centro de Mediación de la Procuraduría General del Estado, “la mejor mediadora del gremio de abogados, la mejor directora de tesis y profesora de los cursos de mediación en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo y de la Católica -de Guayaquil-”, en palabras de sus amigos y alumnos. Además, fue directora ejecutiva de la fundación Acuerdo Ecuador, y brilló como una abnegada formadora de mediadores. Quienes la conocieron, como Enrique Mármol Balda y Juan Carlos Hernández, la retratan como una mujer perseverante, solidaria, trabajadora y honesta. “Pero, sobre todo, era una persona respetada, admirada, valorada y querida. Muy querida”, escribió su amigo, Aurelio Paredes, en un sentido homenaje para la revista de la cual ella era articulista. Lissety, de cálida sonrisa y de un optimismo asombroso, creía en la mediación. Incluso fundó una revista, El Mediador, y había constituido, recientemente, una fundación de mediación para ayudar a las personas más vulnerables. Murió el 23 de abril. Le sobreviven su esposo, Milton Naranjo, y sus hijos.