Luis Eduardo Cuntó Icaza
Existen muchos detalles sobre la vida del doctor Luis Eduardo Cuntó Icaza que Jacqueline Moncayo podría resaltar sobre él. Sin embargo, todo aquello que admiró y amó de su esposo, lo condensa describiéndolo como “un hombre excepcional”. Cuntó trabajó como médico internista en el Omni Hospital, donde también llegó a ser jefe del departamento de Medicina Interna. Durante los primeros días de la pandemia, servía a esta institución en emergencias y atendía a pacientes en su consulta privada. También se desempeñó como médico asociado a la sala Santa María del Hospital Luis Vernaza por cerca de 15 años.
“Siempre muy responsable, muy estudioso y caballeroso. Esto fue lo que me enamoró de él. Era muy difícil encontrar a un hombre que le abriera las puertas a una dama (…) Como padre, se preocupaba de sacar adelante a sus hijos”, comenta Moncayo, quien también lo recuerda como una persona brillante, que logró ser abanderado en primaria, en secundaria, recibir la medalla Filantrópica del Guayas y el Premio Contenta durante su etapa como estudiante de Medicina en la Universidad de Guayaquil. La pareja compartió, desde su etapa de novios, 42 años juntos, y tuvieron tres hijos: Gustavo Eduardo (34), María Auxiliadora (28) y Doménica (24).
Amante de los deportes, no se perdía ningún partido en el que jugaba su amado equipo: Barcelona (el de Guayaquil y el español). Tenía gran afición por el baloncesto, el golf y el tenis. Era fiel admirador de Rafael Nadal y Roger Federer. De la última vez que se vieron, Jacqueline conserva el recuerdo de cómo su esposo tomaba con firmeza su mano… algo que no olvidará, como tampoco olvidará su carácter estricto, pero amoroso, y su gran compromiso con su profesión.