Hugo Gregorio Villavicencio Cabello
Al tío ‘Gollito’, como le decían sus sobrinas de cariño a Hugo Villavicencio, le gustaba pasar en casa arreglando objetos. Si bien se desempeñaba como electricista, ocupaba su tiempo libre en casa haciendo trabajos de carpintería, construcción o dibujando. Al saberse muy preparado en estas áreas, solía dar talleres a los más jóvenes del barrio Guasmo Central, para que aprendan sobre estos oficios.
Siempre gustoso por ayudar en casa, laboró en los puertos de Guayaquil y Posorja, y cada mes daba parte de su sueldo a sus seres queridos para que compren cualquier utensilio que faltara en casa. Hugo fue un joven muy querido en el vecindario y era de los primeros en armar los monigotes cada fin de año, esperando con ansias esta fecha especial que era una de sus preferidas. Con su sonrisa amable, este 17 de abril habría cumplido 43 años.