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Germania Izurieta Cisneros

Estudió Química y Biología en Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, mientras sus amigas pensaban en casarse. El comer de la tierra, sin pesticidas ni químicos, era parte de su filosofía de vida.

Estaba enfocada en ser doctora. El romance no era parte de sus planes, hasta que un día, en una de sus visitas al país para ver a la familia, se cruzó en la calle con José Ignacio Albuja, a quien conocía de antes. Ella le contó que se regresaba a estudiar Medicina y él le propuso matrimonio. Sus planes cambiaron y al poco tiempo formó una familia.

Fue fundadora del Instituto Santa María y luego dueña de uno de los primeros almacenes de ropa hecha por artesanas ecuatorianas. Cuando su esposo se jubiló, ella decidió quedarse en casa con él y vivir una vida más cercana al campo que tanto le gustaba.

“Mi abuela fue una mujer de vanguardia”, cuenta María Luz Albuja, escritora quiteña y nieta de Germania. Se esforzaba cada día por aprender y tratar de ser mejor. Decidió dejar de ser una mujer controladora por su propia voluntad y tomando conciencia de sus actitudes. Siempre tuvo una sonrisa y una buena historia para sus nietos.